Resumen de "La Historia de la Filosofía: Sin temor ni temblor" - Capítulos 8 al 10

 

Historia de la filosofía sin temor ni temblor


Capítulo 8 - ¡Hágase la luz!


El octavo capítulo comienza hablando sobre las personas que aceptan y respetan la visión que les dan las personas, estos son los creyentes. Cuando éramos niños, fuimos creyentes, ya que siempre creíamos en lo que nos decía la gente. Algunas personas siguen viendo el mundo como si fuesen niños, ya que resulta mucho más cómodo, mientras que otras personas, se convierten en pensantes cuando se van haciendo mayores, ellos deciden pensar por sí mismos y cuestionar lo que les han enseñado, con la frase de “Deja de creer y atrévete a saber” . 


En la Edad Media, los creyentes estaban en el podio, aunque en el siglo XVIII fueron los pensantes quienes tomaron el puesto. Por ello, este siglo se llamó “El siglo de las luces” o “La Ilustración”. Esta etapa consistió en la implantación del análisis de la razón a la naturaleza y los problemas sociales. Esto hace que la religión tenga que renunciar a los acontecimientos maravillosos, como milagros, para poder impartir enseñanza moral, como John Toland. Los pensadores ilustrados decían que el conocimiento es ciencia, por ejemplo, Newton que observa los hechos, y los prueba en las matemáticas hasta llegar a una conclusión. También, tenemos a Voltaire, que luchó contra la intolerancia y el sistema penal, por personas que querían imponer sus ideas.


Más tarde, aparecen Diderot y d'Alembert, quienes crearon la Enciclopedia, estableciendo que el hombre tiene tres funciones mentales, que son: la memoria, registrando los hechos, la razón, conectandolos y obteniendo soluciones, la imaginación, que da combinaciones a partir de lo que tenemos. Ellos admiten que cada una de estas capacidades generan un conocimiento: la historia proviene de la memoria, la filosofía de la razón, y las bellas artes (literatura, pintura, escultura,...) de la imaginación. La religión era considerada de menor importancia que la ciencia.

 


Tras esto, nos hablan de Rousseau, que trata de hacer que todos vivamos en una sociedad más justa para el ser humano, es decir, en el estado natural. En otras palabras, no corromperse ni ser un individualista ya que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad es la que lo corrompe. En su libro, “El contrato social”, nos establece las reglas de un régimen ideal para un Estado en el que cada uno renuncia a su libertad para tener ciertos derechos y libertades. Estas decisiones deben ser tomadas por los ciudadanos, siempre que no estén forzados por las ideas de otras personas.



También, nos presentan a Hume, un filósofo empirista, que decía que nuestro contenido mental es obtenido por las experiencias. Nuestra mente está compuesta por percepciones, las cuales pueden ser impresiones, información que percibimos con total fuerza y viveza, e ideas, recuerdo de una impresión pasada con menor fuerza y viveza.

 


Estas percepciones se pueden clasificar según su origen, siendo una sensación, proviene de los sentidos, o una reflexión, efecto que provoca una impresión de sensación en nuestro cuerpo, o según su estructura, siendo simple, indivisible, o compuesta, divisible. Él dice que la religión no existe, solo son invenciones de los hombres para explicar algunos fenómenos naturales.


Después, aparece Kant, que fue el primero de los pensadores filosóficos de la actualidad, ya que quería convertir la filosofía en una ciencia como hizo Newton con la física. Él tenía tres grandes preguntas, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿ qué puedo esperar?. Para responder a la primera,, crea la obra “Crítica de la razón pura”, diciendo que el conocimiento está hecho por una materia, dada por los sentidos y las experiencias, y una forma, proviene del entendimiento y la organización de datos sensoriales. Ambas partes se necesitan, sino todo sería un caos. Por lo que lo que podemos entender es una combinación entre ambas, que son los fenómenos, que no son ni las cosas realmente ni una invención de nuestra experiencia y razón , pero esta última no se limita a los datos sensoriales sino que va hasta las grandes ideas metafísicas, que son, el alma, el mundo y Dios. La siguiente pregunta, la responde diciendo que el verdadero comportamiento moral de los humanos debe ser autónomo, es decir, que venga de una ley que no se nos impone o que sea fruto de nuestra libertad, de mi propia voluntad, esto será un imperativo categórico, que busca lo mejor para mí. Para la última pregunta, él tiene dos pensamientos, el histórico-político, diciendo que los humanos tendemos a ayudarnos entre nosotros, pero a veces luchamos, por ello necesitamos constituciones republicanas que favorezcan la hospitalidad y prohíban las guerras, y el religioso, admitiendo que la religión es inadmisible, por la pretensión de imponer creencias a los demás por la fuerza, en nombre de la fe. Aunque no todos pensaron como él, por ejemplo, Lichtenberg, discípulo de Kant, escribió una obra creada por aforismos, pensamientos humorísticos breves, resumiendo la Ilustración, o atacando las actitudes puritanas que renuncian a los placeres.



Finalmente, vemos un diálogo entre Alba y Nemo en un café, hablando sobre los diferentes filósofos, de los que se hablaron en este capítulo. Alba decía que las clases de filosofía pueden ser buenas, a pesar de que Nemo estaba convencido de que no lo eran.


En este capítulo, concuerdo con la idea de Rousseau, de tratar de vivir en una sociedad justa para todos, estableciendo ciertas reglas, para que cada uno tengamos ciertas libertades y derechos.


Capítulo 9 - La revolución de las ideas


Este noveno capítulo trata sobre la evolución de las ideas y los pensamientos de los humanos por parte de los filósofos de la época, los cuales incluyen a Kant, Hegel, Schelling y Fichte. Ellos y muchos más iniciaron esta nueva etapa tras la Revolución Francesa, creando pensamientos revolucionarios y conservadores, en el ámbito político, y dando mucho que pensar en la filosofía.


Primeramente, nos hablan de Hegel, quien nos dice que las personas son necesarias para desarrollar la historia, admitiendo que “todo lo racional es real y todo lo real es racional”, ya que para él, la razón no tiene límites. Todo esto está escrito en su libro “Fenomenología del espíritu”, que explica que la razón no es estática ni limitada, sino todo lo contrario, es dinámica e ilimitada, y que la maduración intelectual hace que los humanos vayamos progresando históricamente. También redactó la obra “Ciencia de la lógica”, que nos enseña que cada paso de la razón es válido y falso, sólo podemos considerar verdad absoluta al conjunto de la razón del mundo. Estos pasos mentales, se llaman dialéctica, estableciendo que primeramente debemos realizar una afirmación o tesis, para después poder ver los fallos que tiene, y realizar una antítesis, para sintetizarlas y crear una síntesis, como ejemplo, usa la lógica, la cual parte del ser. Él también dice que la ética se forma a partir de aportes individuales que desembocan en una creación final, como es el Estado. 



Uno de sus discípulos fue Feuerbach, que dice que la filosofía del futuro, es decir, las Ideas Absolutas (infinito) están en el hombre (finito), reflejando esto en el cristianismo, que consistía en proyectar las cualidades del hombre en un Dios.

 


Asimismo, nos habla de otro de sus discípulos, Marx, comenzando con la crítica a la religión, al igual que Feuerbach, con el fin de combatir la tiranía y organizar la sociedad, para ello, trata de cambiar la dialéctica de Hegel, empezando por lo material y terminando con lo infinito, la Idea Absoluta, con esto determina que el ser humano es el que hace que todos pensemos de una forma u otra, es decir, la confrontación social y luchas por el poder, poniendo el ejemplo de la economía política, que hay personas capitalistas que manipulan las elecciones para que los obreros sean explotados, esto provoca una revolución social que él denomina como necesaria, hasta llegaron a vincularlo con las dictaduras sanguinarias que hubo en Rusia, China, Cuba, etc, pero él no era un comunista marxista.



Más tarde, nos introduce a Schopenhauer, que atacó a Fichte, Schelling y Hegel, determinando que ellos no contaban la verdad, solo transmitían ideas del Estado e instituciones. Escribió libros como “El mundo como voluntad y representación” y “Parerga y Paralipomena”, este último de contenido muy variado, con el que obtuvo bastante fama. Poco después murió. A pesar de todo, entre sus favoritos estaban Platón, Hume, Goethe, el que más, Kant, sólo le interesó su obra “Crítica de la razón pura”. Los filósofos indios “gimnosofistas” no fueron un tema muy interesante en la época, aunque él les vió provecho, nos dice que nuestro conocimiento de la realidad es una representación de lo que existe, lo que verdaderamente sacamos de este es lo que la voluntad quiera. A pesar de esto, Schopenhauer explica que el mundo es dolor, ya que el querer nunca estará satisfecho, pero nosotros podemos frenar esas ganas, gracias al arte, que nos distancia del mundo, sin sufrimientos ni deseos, o a la compasión, que nos hace entender los problemas de los demás, o la santidad, que hace que renunciemos al deseo de vivir.



También, nos describen a Kierkegaard, quien se opuso al pensamiento de Hegel, interesándose por el individuo, que existe y sufre, que recibe el sentido de la vida. Todo lo que conocemos y nos atormenta, lo llama la posibilidad, enfrentarnos a estos miedos conlleva angustia. Él considera que se dan tres formas de existir, primeramente lo estético, en el que se elige siempre lo exquisito y satisfactorio, aunque esto nos lleva a un aburrimiento, después lo ético, en el cual se alcanza una vida que todos podemos disfrutar, sometiéndonos al deber y compromiso, y finalmente lo religioso, con el que se da un salto hacia lo que se escape de la razón. 



A pesar de esto, Comte coincide con Hegel, aunque no llegó a leerlo. Él creó el positivismo, una escuela filosófica, para reorganizar la sociedad y proponer una religión social sin Dios. También inició la sociología, admitiendo que podía haber tres tipos: lo teológico, todo ocurre por la intervención de seres sobrenaturales, lo metafísico, la causa de los sucesos son fuerzas abstractas, y lo positivo o científico, los acontecimientos se explican con leyes.



Además, nos cuentan algo sobre Bentham, que inició el utilitarismo, ocupándose de la filosofía moral y del derecho. La doctrina utilitarista quería conseguir la mayor felicidad para el mayor número de personas. Él trató de convertir la moral en una ciencia, dándole hechos indudables, como el placer o el dolor. Todas estas ideas, fueron explicadas por Mill, que diseñó la obra “Utilitarismo”, explicando que debe haber una jerarquía de placeres. Él defiende el individualismo liberal frente a las ideas socialistas y comunistas, pretendiendo acabar con el poder de los hombres sobre las mujeres, asegurando iguales derechos, esto lo explica en su obra “La servidumbre de las mujeres”. También escribió “Sobre la libertad”, justificando nuestra autonomía ante las autoridades.



A continuación, aparece Nietzsche, uno de los filósofos más relevantes de la época, que decía que la naturaleza es un ciclo de construcción y destrucción, realidad cambiante, para esto hay una voluntad de poder, que hace esta función y genera novedades, esta fuerza se representa en lo dionisiaco (la liberación, el caos, etc) y en lo apolíneo que impone el orden. Para él, el triunfo de lo apolíneo sobre lo dionisíaco, supone, el fin del espíritu griego arcaico, y rechaza el dualismo, ya que todo es cambiante. Todo esto, lo refleja en su escrito “Así habló Zaratustra”. 

También nos anuncia que “Dios ha muerto”, ya que él es el que da el orden moral, político y legal de todo, y por ello muchas personas no le encuentran sentido a la vida. Aquí es cuando se crea el nihilismo, que es una corriente filosófica que expresa la decepción que sienten los que aceptaron aquel mundo con pensamiento cristiano, y ahora lo ven desmoronarse, por lo tanto ahora no creen en verdades y morales absolutas, y nada tiene sentido, niegan todo sentido a la vida. 

Sin embargo, esto da la posibilidad de crear nuevos valores desde unos instintos que amen la vida, para esto se necesita al superhombre, que trata de recobrar el sentido de la vida, comprendiendo las verdades de la muerte de Dios y la esencia de la vida, a partir de un acto de voluntad. El superhombre tiene que experimentar una triple metamorfosis de su espíritu: el camello, personas que obedecen ciegamente, el león, negación de todos los valores tradicionales, y el niño, la libertad absoluta.



Finalmente, tenemos un diálogo entre Alba y Nemo en una revuelta, en la que reclaman la libertad de pensamiento. Alba pensaba que esto de la filosofía era una materia tranquila que se explicaba en las aulas, pero parece que cada vez hay más y más filósofos, aprendiendo unos de otros.


En esta parte, comparto la idea de Nietzsche, sobre la existencia de una fuerza llamada la voluntad de poder, que crea y destruye todo, para que sea productivo, esto me parece que es necesario en la naturaleza para que se vayan generando nuevos elementos. Como he podido leer, poco a poco va habiendo una mayor expansión de la filosofía en todo el mundo.


Capítulo 10 - Sucedió ayer mismo


Este décimo y último capítulo comienza diciendo que la filosofía, cuyo origen fue en América, se ha expandido mundialmente. 


En primer lugar, nos habla sobre Emerson, quien llamó a su pensamiento trascendentalismo, combinando influencias desde las de Hegel hasta las de Spinoza, esta realidad está potenciada por una fuerza llamada Superalma, de esta viene la naturaleza, dirigida por las leyes divinas, y el cuerpo humano, sometido a la voluntad. Nosotros debemos debemos vivir con la Superalma que hace que todo se mantenga en movimiento. Él mezclaba la poesía con la razón, al igual que pretendía revocar la esclavitud.



Más tarde, aparece Peirce, quien creó el pragmatismo, con la que intentó hacer más claras nuestras ideas, a partir de las dudas a las ideas más comunes. Para esto, él consideraba los efectos que tenían estas ideas en el mundo, ya que lo que pensamos es lo que solemos llevar a cabo, y consideramos verdad a lo que nos inspira acciones que cumplan nuestros propósitos. Hasta después de su muerte, sus ideas no fueron populares, pero William James se encargó de esto. Él fue seguidor de los empiristas, que encontró argumentos a favor de las creencias religiosas.



Tras esto, nos introducen a Dewey, que continuó el pragmatismo, pero denominándose instrumentalismo. Para él, el mundo y el hombre son una unidad y es imposible conectarlos sin un cambio natural previo, admite que conocer es aprender a hacer y esto es motivado por los deseos. Su actitud es antidogmática, ya que dice que las creencias frenan ese deseo o búsqueda humana. También, le dió mucha importancia a la educación.



Como podemos ver, el pragmatismo sigue en auge, como el pensamiento débil, en Rorty y Vattino, que alegan que los hechos no se pueden discutir, solo las interpretaciones de la realidad.  Vattino intentó recoger la piedad católica, aplicando la voluntad de creer de Rorty.


Además, nos explica un poco sobre Unamuno y Ortega, con pensamientos similares al pragmatismo. Para Unamuno, lo importante es la vida, ante esta debe subordinarse el conocimiento y la verdad, que lo explica en su obra “Vida de Don Quijote y Sancho”. Él defiende la inmortalidad, ya que la muerte para él, no es necesaria, como explica en su ensayo “Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos”. 


De la misma manera, nos describe a Ortega y Gasset, que tenía un pensamiento racionalista, ya que la razón está ligada a la vida, llamada la razón vital. También, nos hace una comparación entre ideas y creencias, porque no es lo mismo pensar una cosa que contar con ella, por tanto las ideas las “tenemos” y en las creencias “estamos”. Para él, el saber del mundo es una perspectiva, ya que solo reflejamos lo que existe, seleccionando lo mejor para nosotros.



También, introducen a Croce, que afirma que la vida y la realidad son historia. Su concepción de la naturaleza y la dialéctica, se fragmenta en diferentes grados, que son: el arte como conocimiento intuitivo de lo particular, la filosofía como conocimiento lógico de lo universal, la economía como voluntad que quiere lo particular y la ética como voluntad que quiere lo universal. Políticamente es liberalista, ya que entiende que la concepción del mundo es gracias a la diversidad y oposición de fuerzas espirituales, que enriquece la vida.



A continuación, tenemos a Bergson, que combina un planteamiento espiritualista con reflexiones científicas. Él se centra en la conciencia, que todo lo fija y exterioriza, esto lo podemos ver en el tiempo, la ciencia dice que es una sucesión de instantes fijos por una línea continua, mientras que para nuestra conciencia es una duración continua gracias a su intuición. Su mejor obra fue “La evolución creadora”, que se basa en el origen y la esencia de la vida, oponiéndose a la metafísica y a la Teoría de la Evolución, ya que ninguno cuenta la multiplicidad y dinamismo de la vida. Para él, todo proviene de una fuerza, llamada impulso vital, que se despliega en un tiempo, entre tres ámbitos (el de los vegetales, el de los animales y el de los humanos), que pueden tener aspectos en común. Asimismo, nos dice que la sociedad expresa una lucha entre lo espiritual y lo material, por ello la ética es la necesidad de supervivencia de la sociedad, que está cerrada, aunque también hay una superior, que está abierta y encontramos en los santos cristianos y budistas, esta no responde a una sociedad.



Posteriormente, nos introduce a Freud, a pesar de no ser un filósofo, inventó el psicoanálisis, para curar los trastornos de la personalidad con la palabra. Él llama al alma, psique, y dice que en esta hay una parte consciente, “Yo”, y otra inconsciente, “Ello”, la segunda mayor a la primera, ya que está hecha de deseos instintivos, estas intentan organizar nuestra vida, con el realismo y la búsqueda de seguridad. También dice que hay una tercera instancia, el Súper Yo, que actúa cuando las otras entran en conflicto. Todo esto lo explica en sus obras “El porvenir de una ilusión” y “El malestar de la cultura”, que explican cómo reprimir los impulsos eróticos, aunque pocos consiguen frenarlos. 



Más adelante, nos hablan de Santayana, que es materialista, ya que todo puede ser descrito por las ciencias naturales, de aquí sacamos la locura normal, que es la aportación que le damos al mundo sobre algo, lo malo de esta demencia es que sea egoísta, y superarlo es el acmé/meta del universo. Asimismo, dice que el hombre vive entre el escepticismo y la fe animal, es decir, las ideas y creencias para Ortega.



Después, tenemos al existencialismo, que hereda de Kierkegaard, su enfrentamiento entre la amenaza de la nada y el no ser. Su representante es Heidegger, que intenta explicar el ser, diciendo que este tiene diversos entes, es decir, objetos vivientes o inanimados que existan, y se trata de encontrar un ente superior a los demás. Para él, la forma característica del ser es el Dasein, la existencia, que puede ser inauténtica, consiste en dejarse llevar por lo que nos viene de fuera, admitiendo que la técnica es un peligro, o auténtica, que se trata en ser uno mismo, sin que haya una angustia que te haga cambiar, esta se estructura en el cuidado y la preocupación de las cosas. A pesar de todo, Sartre fue quien llevó esta corriente filosófica a la cúspide, que dice que hay dos tipos de ser, el ser-en-sí de cosas cerradas, y el ser-para-sí de la conciencia. El para-sí contradice la opacidad y la insensatez del en-sí, aunque tiene envidia, que la llama mala fe, ya que un ser no puede ser en-sí y para-sí a la vez. También, admite que estamos condenados a ser libres, a la hora de responsabilizarnos ante nuestra conciencia. Todo esto lo podemos ver reflejado en su escrito “Crítica de la razón dialéctica”. Asimismo, tenemos a Simone de Beauvoir, que escribió la novela “Todos los hombres son mortales”, planteando una lucha entre la libertad del ser humano y la inmortalidad.

 

A continuación, tenemos a Camus, que se acerca al existencialismo pero con menos teorética que la de Sartre o Heidegger, con su obra “El mito de Sísifo”, en la que diferencia entre la armonía y el sentido de la vida, que chocan con el silencio del mundo y la muerte, esta lucha la denomina lo absurdo, que no oculta ni remedia nada. Él dice que tenemos que aceptar la vida sin sentido y tratar de dárselo nosotros mismos. Más tarde, escribe otra novela “El hombre rebelde”, sobre la rebelión humano contra la metafísica absurda y la opresión histórica, y que esto produce esclavitud.



Además, tenemos a Russell, fundó una escuela regida por métodos libertarios y anti conformistas, escribió a favor de la libertad sexual y contra la visión tradicional del matrimonio. Asimismo, resuelve el problema de los conjuntos llamados normales que no se contienen a sí mismos, diciendo que hay diversos tipos lógicos, el tipo cera formado por individuos, el tipo uno por propiedades de individuos y el tipo dos por propiedades de propiedades de individuos. El conflicto se da al mezclar conceptos de un tipo con otro. A partir de “Principia Mathematica”, él crea el atomismo lógico, para que todos los objetos del mundo se creen por construcciones lógicas, donde aplica “la navaja de Occam”, sustituyendo las conclusiones desconocidas por otras conocidas.



Posteriormente, aparece un discípulo, Wittgenstein, que dice que los problemas filosóficos son producidos por el lenguaje, admitiendo que nuestro pensamiento está fragmentado en dos etapas: la primera, en su libro “Tractatus logico-philosophicus”, sobre los límites y el alcance del lenguaje. Según él, el mundo está compuesto por hechos lingüísticos que relacionan unos objetos con otros, dando la posibilidad de que haya cosas sobre las que no se puede hablar, estas son: el asombro por la existencia del mundo, la sensación de estar absolutamente protegido y el sentimiento de culpa. En la segunda etapa, habla sobre los mecanismos del lenguaje, criticando la metafísica. Estos juegos de lenguaje van ligados a varias formas de vida.



Más tarde, nos explican la influencia de las mujeres en la filosofía, dando como ejemplo a Arendt, interesada en la política, que es indispensable para la condición humana. Ella cree que la vida activa es importante, y que hay tres formas de actividad: la labor, el trabajo y la acción, cuando el hombre está activo, es realmente libre y piensa en procrear. En su libro “El origen del totalitarismo”, habla sobre la banalidad del mal.



Además, nos hablan sobre Zambrano, quien trató desarrollar una razón poética que mediara entre la poesía y la filosofía, para aprovechar lo mejor de ambas. Para esto, mejora el pensamiento de Ortega, diciendo que existe la esperanza y la desesperación. En su novela “El hombre y lo divino”, nos introduce la piedad como vía de relación entre los humanos basada en nuestra vulnerabilidad. También, nos enseña que hay una razón cívica, que apunta hacia la tolerancia y el respeto.



Finalmente, hay un conversación entre Alba y Nemo, quienes se preguntan si la filosofía puede seguir evolucionando, Alba dice que sí, y esto le da ganas a Nemo a encaminarse en esta.


En conclusión, concuerdo con la explicación de Freud, quien inventó el psicoanálisis, para curar los trastornos de la personalidad, ya que esto le afecta a muchas personas. Asimismo, no sabía que la filosofía se originó en Estados Unidos, América, y a partir de allí se ha ido expandiendo por todo el mundo como podemos presenciar.

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